Alberto Begné Guerra / La hora de la consolidación
Columnista invitado. Presidente de Alternativa Socialdemócrata. El dirigente político califica de mentira y calumnia los señalamientos hechos en su contra sobre la violencia registrada en la asamblea estatal de su partido
Alberto Begné Guerra
(30 marzo 2008).- La construcción de un partido político independiente, surgido desde la sociedad, no es una tarea sencilla en un país cuya vida pública ha estado marcada por una endeble cultura democrática, donde el ejercicio autoritario del poder y las peores prácticas políticas han obstaculizado la formación de una ciudadanía libre y participativa. Por eso Alternativa Socialdemócrata tiene un valor singular: es el resultado de la convicción y el esfuerzo de miles de personas que, por lo menos desde 1996, coincidimos en el propósito de crear un partido socialdemócrata que respondiera a las exigencias de equidad social y libertades individuales.
Durante el proceso electoral de 2006 no tuvimos las condiciones para traducir este esfuerzo en una institución. Vivimos una escisión que nos colocó en una situación muy adversa. No obstante, el empeño de candidatos, militantes y simpatizantes en todo el país nos permitió superar el reto electoral. Al concluir esa etapa, cuando llegó la hora de la construcción partidista, surgieron diferencias que, en opinión de la mayoría del partido, se sintetizaban en dos convicciones encontradas. De un lado, la convicción a favor de la institucionalidad democrática, basada en reglas y procesos internos que le dieran viabilidad al partido como una organización abierta y con sustancia; y del otro lado, la convicción de que el partido sólo tenía sentido bajo la imagen y el liderazgo personal de la ex candidata a la Presidencia, al más puro estilo de los viejos caudillismos. Esta debilidad llegó al extremo de que la propia Patricia Mercado hablara (¡en noviembre de 2006!) de su candidatura presidencial para el 2012.
La pretensión de Mercado de colocarse por encima del Comité Ejecutivo condujo a una tensión creciente. Sus cuestionamientos, profundamente contradictorios, expresaban su real motivación: no ser la dueña de las decisiones. Lo mismo cuestionó mi encuentro público con Felipe Calderón como presidente electo-confirmación de nuestro compromiso con la legalidad democrática-, que la Alianza Legislativa de las Izquierdas que nuestros legisladores promovieron con la coordinación parlamentaria del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Esas diferencias nos llevaron a buscar acuerdos básicos para la integración y renovación de los órganos de dirección. De allí surgieron los nuevos estatutos, aprobados por consenso en mayo de 2007. En todos estos meses, no sin dificultades, se cumplieron las etapas previstas para la integración de asambleas estatales, de las cuales fueron surgiendo órganos de dirección locales y representantes a la nueva Asamblea Nacional, convocada para este 30 de marzo. El pasado domingo 16, sin embargo, el proceso sufrió un descalabro lamentable desde todos los puntos de vista. Durante el desarrollo de la asamblea del Distrito Federal, un grupo afín a la ex candidata, encabezado por el señor Miguel Conde, tomó por la fuerza la mesa de la asamblea y expresamente convocó a impedir su desarrollo (consta en audio, videos y fe notarial), después de perder las primeras votaciones. Generada la trifulca, y cuando Mercado y su gente más cercana acababan de salir del recinto, un grupo de porros irrumpió golpeando a nuestras compañeras y compañeros, arrojando vasos, tazas y latas de refrescos llenas.
De este montaje vergonzoso nuestros adversarios han tratado de construir una versión tan falsa como inverosímil: han dicho que fue nuestra expresión la que provocó la violencia para ganar la contienda interna, cuando todas las evidencias muestran que ellos iniciaron el zafarrancho, y cuando además, al momento en que esa asamblea empezaba, ya habían surgido de las asambleas de 30 entidades poco más de 300 representantes a la Asamblea Nacional (230 parte de nuestra expresión en la contienda, una alianza donde concurrimos quienes formamos las dos agrupaciones políticas que solicitamos el registro del partido). ¿Qué expresión política con una mayoría tan clara buscaría dañar un proceso que ya ganó? Hace una semana Andrés Lajous usó estas páginas para mentir y calumniar. Por mi trayectoria pública, pero sobre todo por mi familia, no podía dejar pasar por alto que alguien me acusara de actos delictivos, basado en falsedades y sin prueba alguna. Por eso decidí responder. Pero la mejor respuesta a las diatribas será el trabajo en la nueva etapa de consolidación del proyecto socialdemócrata.
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