LA DECADENCIA DE LOS PIÑEIROS

rónica: Arruina “JC” el saldo blanco en el Zócalo Arturo García Castillo, con aliento alcohólico, lentes oscuros y gorra, acusó que al llegar a la asamblea fue agredido por la “izquierda radical”.

Foto: Claudia Guadarrama

	14-Abril-08
	Cuando los altos mandos policiales del Distrito Federal reportaban saldo blanco y que la asamblea informativa de Andrés Manuel López Obrador estaba metida en lo suyo, sin ninguna alteración ni en el interior de la Catedral, donde se realizaban las exequias del cardenal Ernesto Corripio Ahumada, ni en sus inmediaciones. De pronto el radio comunicador de Joel Ortega se activó insistentemente: “Es un JC, un JC, cambio”. El “JC” (clave policial para identificar a quien altera el orden público) fue ubicado e interceptado en el corazón de la Plaza de la Constitución, entre montones de adelitas y simpatizantes del movimiento de la resistencia civil pacífica. Cientos de miradas y de dedos no dejaban de señalar el corpulento cuerpo de “JC”: “¡Es un provocador!” Y “JC” no dejaba de gritar: “Ustedes son la izquierda radical. Ustedes me acaban de golpear”. “No seas maricón, eres un porro, un infiltrado”, espetaban las adelitas. Con aliento alcohólico, gorra y lentes oscuros, ante la presencia de una docena de policías, “JC” dijo llamarse Arturo Del Castillo García. “Soy presidente y coordinador de giras de Patricia Mercado, yo vine y no me dejaban pasar, me tendieron un cerco de adelitas y el señor oficial me acaba de pegar”, indicó a los reporteros presentes. “Tengo golpes internos, no expuestos. Soy uno contra cien mil. Soy presidente de Alternativa en San Luis Potosí y coordinador de giras de la señora Mercado, me acaba de golpear la izquierda radical, por eso hace daño la izquierda radical en México, la izquierda moderada es Alternativa, es la opción”, repetía. Incontenible, quien se identificó como Arturo Del Castillo, fue retado por los pejistas a identificarse con su credencial de elector, pero ese sujeto sólo gritaba y daba empujones a los policías que lo rodearon. Cuando “JC” era desalojado a la fuerza, éste comenzó a gritar: “Auxilio gobierno federal, me vienen golpeando los policías, ayúdenme”. Cuando llegaron más representantes de medios de comunicación, “JC” dijo llamarse ya no Arturo sino Raúl Del Castillo. Una mano alcanzó a quitarle la gorra y su rostro quedó totalmente al descubierto. “Qué pasó, mi gorra”, dijo y comenzó a cubrir su rostro con sus manos y siguió gritando cosas sin sentido: “Tiene que haber una campaña de flores, tiene que haber una izquierda suave”. ¿A qué te dedicas, cuál es tu profesión?, cuestinaron los reporteros. “JC” respondió con palabras prácticamente inaudibles: “Soy constructor, gerente de la compañía construcciones-explicaciones-unidades-esdesadecv... Me dijeron que era una campaña informativa, vine, y fui golpeado, me madrearon, aquí están las fotos. Señores no se crean, son porriles, las adelitas me golpearon, traían órdenes de señores con cachuchas moradas, y luego me golpearon”. Un reportero que presenció todo lo sucedido desmintió a “JC”, y en su defensa éste dijo: “fue después de que tú llegaras, perdón, antes de que tú llegaras. Aquí traigo los golpes... No me paga nadie, soy presidente de San Luis Potosí”. Finalmente “JC” fue remitido ante el Ministerio Pública y las autoridades determinaron arrestarlo por faltas administrativas, mientras López Obrador, en el templete, insistía que durante el tiempo que dure la resistencia no debe haber un solo vidrio roto, ningún acto de provocación.
	Rodolfo M